ARTE TORREHERBEROS: ELEMENTOS DE ARQUITECTURA ROMÁNICA I. EL TEMPLO
RICHARD ESTES. "Water Taxi, Mount Desert". Óleo sobre lienzo. Kemper Museum of Contemporary Art, Kansas City (Missouri).


BIENVENIDOS A TODOS Y TODAS. Este blog nace con la única pretensión de complementar y facilitar las tareas a los alumnos/as de Historia del Arte de 2º de Bachillerato del IES Torre de los Herberos de Dos Hermanas (Sevilla), así como hacer pasar un rato agradable a todos los amantes del arte. No tiene ninguna otra pretensión intelectual. De los textos es responsable el administrador del Blog, no así de las opiniones expresadas en los comentarios. Las imágenes o fotografías, videos y presentaciones están tomadas de internet mayoritariamente, citando la autoría siempre que ha sido posible; si en alguna de ellas no aparece, es por error o descuido, y ruego que me lo hagan llegar para subsanarlo. Casi todo lo que aparece en estas páginas es libre y abierto, y se puede descargar para otros fines, pidíéndose únicamente que se cite la procedencia.





miércoles, 1 de diciembre de 2010

ELEMENTOS DE ARQUITECTURA ROMÁNICA I. EL TEMPLO


Iglesia de San Martín de Frómista (Palencia). S. XI

El arte Románico es el estilo artístico predominante en Occidente en los siglos XI, XII y principios del XIII (Alta Edad Media). Su nombre es totalmente erróneo, ya que en el siglo XIX creyeron que sus formas derivaban del arte romano. Concretamente, el arqueólogo francés Gerville, propuso que la arquitectura románica procedía de la arquitectura romana (al observar el parecido de las construcciones de la Alta Edad Media con las romanas), exactamente igual que las lenguas romances procedían del latín. Esta teoría evolutiva se ha visto revisada y depurada en la actualidad. El Románico no es el resultado final de un progreso continuo de las artes desde las invasiones germánicas del siglo V, y por tanto una continuación de los estilos ostrogodo, visigodo, carolingio y otoniano, entre otros; Se trata de un estilo autónomo, que nace y se desarrolla durante el siglo XI y XII, coincidiendo con la sociedad feudal, monacal y las peregrinaciones de la Alta Edad Media. Es cierto que debe mucho a las aportaciones prerrománicas de los pueblos bárbaros, pero también tiene aportaciones islámicas del Califato de Córdoba, mozárabes y orientales de Bizancio.
Por tanto, el Románico es el arte de la Alta Edad Media y del Feudalismo. El estilo artístico se adapta a una sociedad ruralizada, inculta, controlada intelectualmente por la Iglesia. Por eso va a ser el arte de la irracionalidad, el oscurantismo y el misterio. Es un arte relacionado con la fe, surgido de una cultura teológica, que va a marcar mucho sus rasgos estilísticos y arquitectónicos.

Hay que destacar que la arquitectura es en el Románico lo más importante. El Románico es un estilo eminentemente arquitectónico. La escultura y la pintura no existen al margen de la religión y su lugar de destino es siempre el templo, la iglesia o el monasterio. La escultura y la pintura se supeditan a ornamentar el edificio románico. El arte románico en general es muy geométrico, emplea formas simples, rotundas, que indican una vuelta a la sensibilidad primitiva y rural. Esa ruralización de formas que vimos al final del Imperio  Romano  la  retomamos  ahora.  El  Románico  es  un  arte  rural,  de  campo,  lejos  de  los refinamientos cortesanos y de la sensibilidad urbana. Es un estilo de campo y las pequeñas ermitas, las pequeñas iglesias o los monasterios se localizan en lugares elegidos por su fácil defensa (concepto de iglesia -  fortaleza) pero también por su especial belleza.
En arquitectura la distribución de volúmenes y espacios es sencilla y simbólica. Esta rotundidad de formas nos expresa su deseo de perdurabilidad, de ser algo eterno e inmutable y que trata de dejar las cosas como están. Nunca se realiza una iglesia románica por el simple placer estético. Lo que prima es la exaltación religiosa. Una iglesia no es tampoco una bella composición espacial sino una ofrenda a Dios. La iglesia debe ser la plasmación del alma humana: la fachada es lo que primero se ve, es el rostro del edificio y por eso debe ser atractiva, pero el interior debe ser sencillo, fuerte, oscuro y recogido como el alma cristiana. Se olvida el concepto del arte autónomo y se convierte en un medio de alabanza a Dios.
Casi todos los elementos de la arquitectura románica pueden encontrarse en los estilos precedentes, pero no basta la yuxtaposición de una serie de rasgos para configurar un estilo, es preciso un espíritu nuevo, una concepción que los amalgame de una manera particular. Toda la construcción se somete a una métrica precisa, a un rigor geométrico que presta al edificio una impresión de organismo. Nada es arbitrario en el Románico.

El origen del arte románico está en la reforma de Cluny y por las cuantiosas donaciones que reciben y que les permiten acometer obras arquitectónicas y de grandes dimensiones y también porque desde el punto de vista teórico también el Románico tiene su origen en Cluny. La Abadía de Cluny del siglo X es el primer monumento con todas las características fundamentales del estilo.

El templo románico es el monumento principal de la arquitectura románica. Su planta suele ser de cruz latina, con una, tres o cinco naves, siendo lo más general de tres naves, además de otra transversal o transepto. También hay templos con planta de cruz griega o templos centralizados (baptisterios o iglesia octogonales) de influencia oriental, pero son las menos. Predomina la planta basilical de tres naves, que siempre estará orientado hacia la aurora o el este y que evocará en su planta el cuerpo crucificado de Cristo: el ábside y presbiterio alberga la cabeza; el transepto los brazos; el crucero el corazón; y las naves longitudinales las extremidades del Salvador.



Todas las líneas de la planta suelen estar determinadas por la cabecera. Las cabeceras de las naves longitudinales terminan en ábsides, normalmente semicirculares, aunque el de la nave central suele ser mayor que los laterales. A veces se adosan ábsides secundarios o capillas sobre los brazos del crucero llamados absidiolos. El esplendor de la liturgia y el culto a las reliquias motivaron la aparición de soluciones constructivas hasta entonces inéditas, como la girola o deambulatorio: se trata de un pasillo o nave curvilíneo detrás del altar que enlaza con las naves laterales y a la que asoman los absidiolos. La fórmula se extendió a las iglesias de peregrinación, promovidas por Cluny para rendir culto a las reliquias que se alojaban en los absidiolos, e incluso en capillas en los brazos del crucero. Así se iniciaba el circuito procesional por las naves laterales o en puertas en los brazos del transepto y continuaba visitando las reliquias en las capillas absidiales a través de la girola, no interrumpiendo la misa u otras ceremonias religiosas. También es corriente que las grandes iglesias de peregrinación tengan dividido el transepto en tres naves con absidiolos, que se traspasan al exterior.


La nave central es más alta que las laterales lo que produce al exterior un efecto volumétrico variado. El templo románico se resuelve en un juego de volúmenes geométricos. Los muros sobresalientes de la nave central se perforan por una banda de ventanas que contribuyen a la iluminación del interior. (esquema típico de la planta basilical). Las naves laterales tienen en las grandes iglesias, dos pisos para contrarrestar los empujes laterales de la nave central. Este segundo piso hace la función de tribuna (a la vez que servía para acoger peregrinos en las grandes iglesias de peregrinación). Por encima de la tribuna se abrían un conjunto de vanos o ventanales que se llama triforio y pasará más esquematizado al Gótico.
En el lugar donde la nave central se cruza con la transversal es lo que se conoce como el crucero, y suele levantarse una bóveda semiesférica sobre trompas o una cúpula sobre pechinas (influencia oriental). Esta bóveda central cubre el cuadrado del crucero y sobresale al exterior con una torre que se denomina cimborrio, algunas veces rematada por una linterna para ganar altura e iluminación interior.


Otra innovación del Románico es la incorporación del campanario al cuerpo de la Iglesia. En el arte bizantino y prerrománico estaba separado. Ahora se suelen adosar dos campanarios a los pies del templo. otras veces se aumenta la altura del cimborrio y se convierte en torre campanario y, en las iglesia pequeñas, se adosan posteriormente espadañas sobre las fachadas. También a los pies de la nave central suele situarse una pequeña nave transversal o pórtico a manera de vestíbulo, llamado Nartex, que resguardaba a los peregrinos de las inclemencias del tiempo, y desde donde se iniciaba el circuito procesional.

 Fachada de San Esteban de Caen (Francia). S. XI.


El templo románico se cubre normalmente con bóveda de medio cañón (el gran signo formal e innovador del Románico), que es la traslación de un arco de medio punto. Las bóvedas de piedra protegían al edificio del fuego, ya que antes las cubiertas eran de madera. Estas bóvedas se refuerzan con arcos fajones en los puntos de incidencia de los pilares, ya que el peso del cañón que transmitía a los muros amenazaba con desplomarlos. Cuando las iglesias tenían tres naves, la bóveda de cañón de la nave central se contrarrestaba con bóvedas de arista (cruce transversal de dos bóvedas de cañón) en las naves laterales y bóvedas de cuarto de esfera en la tribuna. Así las naves laterales se seccionaron en dos pisos, posibilitando abrir una galería alta o tribuna, cuya instalación supletoria reforzaba la capacidad del edificio daba luz al permitir ventanas en la parte alta. Los ábsides se cubren con bóvedas de cuarto de esfera que contribuyen a contrarrestar el empuje del cuerpo central.
El arco de medio punto, muy pronto doblado es el preferido. El deseo de adornarlos desembocó en su disposición abocinada en las portadas, en las que una serie de arcos cada vez más estrechos (arquivoltas) encuadran el acceso con lo cual además de adornar arcos, estos se convierte n a su vez en elementos ornamentales.

Esquema constructivo simple de una nave románica con arco de medio punto







Bóveda de medio caón con arcos fajones y bóveda de arista

El muro de sillería se impone pronto. Ha de ser un muro recio y sólido, que sea capaz de sostener la pesada cubierta de piedra. Por fuera, para reforzar los muros y en el eje de los fajones se construyen contrafuertes o estribos, cuyo resalte rompe la lisura del muro. Todas estas pesadas techumbres de piedra se soportan con gruesos muros, pilares y columnas. En el primer románico encontramos columnas cilíndricas en el interior del templo pero lo más frecuente son los pilares, rectangulares y gruesos, los cuales se complican al adosarse a ellos columnas delgadas, baquetones o pilastras, las cuales sujetan los arcos fajones, forneros o aristones de la bóveda. Así surge un pilar fasciculado que se va complicando conforme se complican las cubiertas hasta llegar al pilar gótico. Todo ello nos indica que estamos ante edificios muy sólidos, muy robustos, con predominio absoluto del macizo sobre el vano, además de oscuros.


Esquema constructivo de muros interiores y traslado del peso de la bóveda de piedra a los contrafuertes exteriores


La columna románica se utiliza sobre todo como elemento de soporte de las cubiertas menos pesadas: naves laterales, bóvedas de girola o el techo del claustro, pero es en este último cuando la columna adquiere verdadera importancia. La columna románica es diferente a la clásica: parte de un plinto cuadrado a modo de basa, un fuste liso, muy corta (no hay concepto de esbeltez) y un capitel grande, troncocónico y decorado con temas vegetales, hojas de parra con tallos retorcidos, o temas de animales, frecuentemente figuras monstruosas de animales o personas (irracionalismo, oscurantismo y miedo). Estas figuras fantásticas, de auténtico furor expresivo, deben adaptarse a su marco arquitectónico en formas extrañas. A veces simplemente representan escenas del antiguo testamento para cumplir con su función pedagógica; son los llamados capiteles historiados.


La columna románica

Capitel historiado de Cluny

La decoración del templo es austera al interior: en los muros es geoarquitectónica, en los capiteles escultórica y en los ábsides es pictórica. Pero al exterior es más profusa, sobre todo en lugares determinados como en los aleros, ábside exterior, vanos y muros. Los aleros suelen decorarse con arcadas ciegas y canecillos a veces con decoración escultórica, que fingen ser elementos de sustentación. Estas arcadas ciegas se prolongan hasta el suelo cada pocos arcos en forma de fajas. Esto suele ocurrir sobre todo en los ábsides del llamado románico lombardo, por eso se llaman fajas lombardas. Pero donde se concentra casi toda la decoración del templo es en el portada (es la cara del templo). La portada es un vano abocinado, con arcos de medio punto rehundidos progresivamente, cada vez más pequeños y denominados arquivoltas. El abocinado de la portada es al revés que en los vanos, los cuales son estrechos al exterior y abiertos al interior para cerrar a las influencias exteriores que perturben la paz del interior (y por razones militares), mientras que en la portada el abocinamiento se abre al exterior como si fuera un embudo que intenta absorber a la gente. Las arquivoltas se decoran con figuras en forma radial con motivos geométricos, vegetales o figurados. Cada arquivolta se prolonga en el muro, el cual también se rehunde con columnas o figuras que hacen la función de jambas. Sobre la puerta se crea un tímpano semicircular que se decora con escultura también y si el dintel es demasiado largo se refuerza con un se refuerza con un soporte, columna, pilar o figura, denominado parteluz.



Esquema de portal románico y Portada de la Abadía de San Pedro de Moissac (Francia). S. XII


Para conocer las variantes nacionales de la arquitectura románica, consulta esta entrada publicada en este mismo blog. Y si quieres tener una visión más amplia del contexto histórico del Románico, esta entrada de Tomás Pérez, en su blog Historia del arte, te aclarará muchas cosas.


Todo quedará más gráfico y visual en este video de Artehistoria:




12 comentarios:

CAROLVS II, HISPANIARVM ET INDIARVM REX dijo...

Me encanta este estilo y nunca entendí el nombre la verdad, pero ya me has desvelado que es erróneo, yo la verdad no veo ninguna similitud con el arte romano y más con alguna forma de influencia bárbara o nordeuropea...

Creo que en España el culmen de este arte se da en Asturias...hay algún motivo para ello?...supongo que la cercanía de Francia...
Un saludo.

La Dame Masquée dijo...

Es verdad, monsieur, no fue mala epoca para la arquitectura, tiene mucho encanto, pero se echa de menos la pintura y la escultura.
Curioso lo del nombre, que ha llevado a mas de una confusión.

Pero yo creo que, al contrario de la opinion de monsieur Carlous, en asturias lo que hay mas en abundancia es prerromanico asturiano, aunque tambien hay romanico, claro. Forma parte del camino de Santiago.

Feliz tarde, monsieur

Bisous

Ccasconm dijo...

La iglesia de Frómista es espectacular tanto en su interior como en su volumetría externa. Sin embargo, nunca tenemos que perder de vista que fue "restaurada" en el siglo XIX siguiendo los dictados de Violet le Duc, lo que quiere decir que puede haber sufrido alguna intervecnión demasiado drástica. Por eso da la impresión de ser perfecta.

Saludos

Cayetano dijo...

Preciosa entrada. En su sencillez, en su sobriedad y en su ruralismo, el Románico siempre me ha encantado. Es uno de mis estilos preferidos.
Saludos, Paco. Excelente entrada.

Antonio Martínez dijo...

Otra magnífica y clara lección de arte. Gracias por compartirla.

Katy dijo...

Tuve la suerte de visitar durante tres dias lo más conocido del arte ro´mánico palentino de la m¡no de un profesor amigo. Y esta Iglesia de San Martín de Frómista me dejó con la boca abierta. Es el arte que más me gusta sin lugar a dudas por su sobriedad. Un belleza de post. Sin dudad para seguir aprendiendo.
Un abrazo

Xibeliuss dijo...

Perfecto resumen, Paco. Está claro que el centro del románico era la arquitectura, pero a veces me pregunto si la escultura y, sobre todo, la pintura (los frescos) tuvieron más importancia de la que creemos, perdidas por el deterioro y la mala conservación.
Saludos

◊ dissident ◊ dijo...

El románico ya lo veo como algo más... "mío" a pesar de que aquí de románico nada de nada.

Saludos, Paco

(He reparado que luces el medallón para damas de la Orden de la Eterna Luz de la Sapiencia y no la cruz para caballeros. Tanto monta monta tanto, de todas maneras)

desdelaterraza-viajaralahistoria dijo...

Un excelente repaso sobre un estilo precioso en su tosquedad, pero de gran monumentalidad en su final: recuerdo la basílica de San Sernín, en Toulouse, que es el templo románico mayor del mundo, que no tiene nada que envidiar a las grandes catedrales góticas. Ahora que se donde está esta magnífica lección, seguro que acudiré a él alguna vez para consultar algún término. Un saludo, Paco.

Almudena Martínez dijo...

Qué preciosidad de entrada, un lujo para tus alumnos. Con todos los elementos del Románico, la planta, el ábside, las portadas... Yo no sé si creo en la reencarnación, pero me hubiera encantado ser un monje copista de manuscritos, allí en el Monasterio, en silencio, rodeada de belleza y espiritualidad...
Por cierto, yo flipé con Santa Magdalena de Vézelay. Y en España hay tantas joyas...

Enhorabuena por el post!

http://almudenarte.blogspot.com

PACO HIDALGO dijo...

Quisiera agradecer a todos vuestras muestras de afecto y halagos por esta entrada. Hace tiempo que quería publicar para los alumnos, de una manera clara y gráfica, las características principales de la arquitectura de los distintos estilos, y ésta no es más que uno de ellas (ya hubo otras de la arquitectura griega o de la islámica).
Alguna puntualización a vuestros comentarios:

Carolus: No es en Asturias donde más románico hay (que lo hay y ahí está la Cámara Santa de la Catedral de Oviedo), sino a lo largo de la ruta del Camino hacia Santiago, desde el Pirineo catalán y Aragonés hasta Galicia, pasando por Navarra, La Rioja y Castilla y León (Burgos, Soria, Ávila, Palencia, León).

La dame masquée: Acierta usted totalmente en la puntualización a su majestad.

CarmenBejar: es verdad que San Martín de Fromista fue retocada en el XIX con la fiebre de los historicismos, pero sigue siendo majestuosa.

Cayetano: es en la sencillez y en la sobriedad donde reside la belleza y la grandeza del románico.

Antonio: tú también das auténticas lecciones de arte.

Katy: sólo en la provincia de Palencia hay catalogadas más de 600 templos románicos. Casi nada.

Xibeliuss: Llevas mucha razón en lo que dices, yo también me pregunto si las artes plásticas tuvieron mayor desarrollo e importancia en su momento, que el que nosotros le atribuimos en la actualidad.

Dissortar: Es cierto que por Valencia poco románico podeís disfrutar, pero subiendo un poquito hacia Aragón...

Desde la Terraza: no conozco Saint Sernin de Toulouse, que, como dices, es la mayor iglesia románica, y del mismo valor que cualquier catedral gótica.

Almudena: Si fueses un monje copista medieval ¿te perderías muchas otras cosas, no?

blog dijo...

gracias, puedo añadir la información de tu blog
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