"Ama el arte. De todas las mentiras es, cuando menos, la menos falaz" (Gustave Flaubert)
RICHARD ESTES. "Water Taxi, Mount Desert". Óleo sobre lienzo. Kemper Museum of Contemporary Art, Kansas City (Missouri).
BIENVENIDOS A TODOS Y TODAS. Este blog nace con la única pretensión de complementar y facilitar las tareas a los alumnos/as de Historia del Arte de 2º de Bachillerato del IES Torre de los Herberos de Dos Hermanas (Sevilla), así como hacer pasar un rato agradable a todos los amantes del arte. No tiene ninguna otra pretensión intelectual. De los textos es responsable el administrador del Blog, no así de las opiniones expresadas en los comentarios. Las imágenes o fotografías, videos y presentaciones están tomadas de internet mayoritariamente, citando la autoría siempre que ha sido posible; si en alguna de ellas no aparece, es por error o descuido, y ruego que me lo hagan llegar para subsanarlo. Casi todo lo que aparece en estas páginas es libre y abierto, y se puede descargar para otros fines, pidíéndose únicamente que se cite la procedencia.
Tiempo de vacaciones, tiempo de ver el arte de manera menos académica y más informal.
En primer lugar ponemos un video de un experimento donde unos niños de tres años pintan un cuadro, tachones abstractos, obviamente, que luego será expuesto en la Feria Internacional de arte ARCO; lo bueno está en las opiniones de los supuestos "expertos": algunos comentarios no tienen desperdicio:
Ahora podremos ver una espectacular presentación sobre la obra de Claude Monet, con motivo de la gran exposición del pintor francés en el Grand Palais de París en 201o. Hay que tener paciencia, pues es un poco lento al cargar, y es conveniente tener conectada la webcam.
También vamos a dejar constancia de las últimas adquisiciones del Museo Thyssen Bosnemirza: algunas impactan...
Ahora, aunque no es estrictamente arte, está curioso este sketch de José Mota sobre los recortes en educación: es lo que nos viene encima a los docentes...
Aquí dejamos las mejoras muestras de graffitis y arte urbano de 2011:
Y para terminar, para los que gusten de concursos y picarse acertando obras de arte, dejamos este entretenido Test de Arte:
Juan de Mesa. Jesús del Gran Poder. Madera policromada. 1620. Capilla del Gran Poder.
Parroquia de San Lorenzo. Sevilla.
La escultura española sigue una evolución al margen de la escultura barroca europea. Hasta aquí no llega la influencia de Bernini (y es uno de los pocos sitios donde no llega), al menos en la primera mitad del siglo XVII. Nuestra escultura sigue una evolución particular. El signo que caracteriza a la escultura española (y al resto de las artes figurativas) es el realismo. Sediferenciadelaeuropeaporlosmaterialesyporlatécnica.EnEspañalaesculturabarroca escasitodaenmaderapolicromada. Esta singularidad, casi única en Europa, hace que durante el siglo XIX fuese despreciada nuestra escultura por alejarse del ideal clásico, que se creía sin policromar.Lapolicromíallegaacambiarmuchoelacabadofinal.Asílas esculturas españolas están hechas por varias personas: primero los aprendices del taller, después entalladoresytracistasqueesculpenlaimagen,despuéselpolicromadoroestofador.Elcolorledaese realismoquequierelagente,nofigurasblancasenmármolsinofigurasconelcolornaturaldelapiely delostejidos.Ademásseutilizanotrotipodepostizoscomopelosnaturales,uñas,pielesdeanimales, ojosdecristal,etc.Todoparaacentuarelrealismo,paraqueelpueblosientaaesafiguracomoalgo cercano a él.
Con la madera policromada se fabricarán retablos y pasos procesionales, dos géneros típicamente hispanos. El retablo barroco es una estructura arquitectónica fragmentada en pisos horizontales por entablamentos y en calles verticales, por columnas de fuste liso, salomónicas o estípites, que decoran como un gran telón escénico la mesa de altar. Pero, además, es un instrumento pedagógico de la liturgia católica y como tal, tiene la misión de narrar a través de imágenes y relieves los principales acontecimientos del catolicismo. La escultura con función didáctica también se localiza en los retablos. Siguenen elloslos esquemasromanosdelrenacimientoperobastantemáscomplicados.Apartirdellosúltimosañosdel siglo XVII se abandona ese retablo compartimentado y se hacen retablos unitarios, con menos esculturas y escenas más grandes.
Por otro lado, los dirigentes barrocos parten del convencimiento absoluto de que el paso procesional que sacan las cofradías penitenciales a la calle buscando el encuentro con el fiel que no va a la iglesia, con figuras en permanente movimiento, es el mejor vehículo para enseñar el drama del Calvario a una población iletrada. Así se educa mucho mejor a través de la emoción y de los sentidos, que por la vía de la razón. Y para asegurarse el triunfo, exigieron a los imagineros un lenguaje claro, sencillo, fácilmente comprensible, además de realista.
Pietro Tacca (con diseño de Diego Velázquez). Escultura ecuestre de Felipe IV. Bronce. 1634-1640.
Plaza de Oriente. Madrid.
La temática queda fijada por quién es casi único cliente o: la iglesia. LosnuevosencargantesyanosonlaCorte,lanoblezaoelaltoclero, sino gentes de escala social más baja, parroquias pequeñas y cofradías que podían ser gremios de artesanosocofradíasdeapoyomutuoparasocorreralosmásnecesitados. Estascofradíasencargaban obrasparasacarlasenprocesiónytodoslosmiembrosdeestacofradía sentían auténtica devoción por su imagen. Por otro lado se desarrollan las imágenes de bulto redondo, las imágenes religiosas de cristos y vírgenes o imaginería. Los asuntos mitológicos o de exaltación de los poderosos, al modo de la vecina Francia o la Roma de los Papas, serán prácticamente desconocidos.
La Contrarreformabuscaba elementos visuales que le sirvan y el Concilio de Trento decreta cuales van a ser los temas predominantes en la iconografía artística y va a depurar otros. ¿CómollegalaIglesiadelXVIIalosfíeles? PorunladodebeatacaralaReforma, peropor otrodebepreservaraloscatólicosyreafirmarlosenlafeparaquenocaiganenlaherejía. Elmétodo delaIglesiaeseldelapersuasiónmediantelaimagenolapalabraenlossermones. Asíel únicoaccesoquetienenloscreyentesalapalabradeDiossonlossermones,losritosylasimágenes. Las tres cosas tienen el mismo fin, el de asegurar a los fieles en el seno de una Iglesia más popular.
Pero con las imágenes hay que ser más sutil si se quiere llegar al fiel. Por eso se buscan imágenessugestivas,proponealfielqueseimaginelaimagenreal,loquehaydetrásdelsímbolo.Así porlaimagensepenetraenelpueblo,sellegaalfieldeunaformamásrápidaydidáctica. Poresohay que adecuar la imagen al gusto popular para que sea consumida. La imagen debía ser verosímil, creíble, pero a la vez dramática y patética, que emocione y abra los sentimientos. Por eso la Iglesia va a dirigir a sus artistas, en sus temas y en la forma de realizarlos, ella controlará el decoro, la prestancia,, el tema y su verosimilitud. Se potenciarántemascomolaimportanciadelasbuenasobrasfrentealapredestinacióncalvinista, lasobrasdecaridadsoncontrarreformistas,ladefensadelosSacramentosysobretodolapenitenciay laEucaristía;sepotenciatambiénelPurgatorio,lavidadeCristoysobretodolafasedelapasiónyel martirio, todo lo relacionado con la santidad de la Virgen, las escenas de milagros y todo lo sobrenatural, lo que el fiel escucha con más avidez.
Manuel Pereira. San Bruno. Piedra caliza. 1652. Museo de la Real Academia de Bellas Artes
San Fernando. Madrid.
El escenario de toda esta parafernalia es el Templo. Ahí están los ritos, las imágenes, los sermones. Estodoelteatroreligioso,biendecoradofrentealaausteridadprotestante. Esteescenario sacrosantohayquehacerloestético,sensual.teatralyefectista,paraqueelfielloadmireysesienta partícipedeél.Laluz,lamúsica,elolordelincienso,lasimágenes,losritosmuyceremoniosos,todo hacequeelfielseimbuyadelosobrenaturaldelescenarioydeltemplo. Perosielfielnovieneal Temploentoncestodaestaparafernaliasesacaalacalle. Asísiempresecuentaconmásclientelaa lasvezqueconvertimosalfielenelementoactivodelareligión,dondeélpuedeparticipar. Enestas procesionessesacanlasimágenesalacalleysonadmiradasyamadasporelpueblo.Asíciudades enterasseconfíanaladevocióndeunadeestasimágenesyalgunaslleganahacersemuyfamosas, bien conocidas por los fieles de dentro y fuera de la ciudad y muy adoradas. Habíaalgunasimágenesdevestir,enellassóloseesculpíalacabezaylasmanos, el resto eran maniquíes articulados de vestir, supliendo las carencias de talla con un deslumbrante ajuar de túnicas, sayas y mantos bordados, potencias y coronas de oro.EsenelsigloXVIIcuandosecrealaimagenprocesional,eslaimaginería,elarteenlacalle.
Al no ser la corte el principal cliente, la estatuaria oficial apenas existe. Destacan sólo la Estatua ecuestre de Felipe III en la Plaza Mayor de Madrid y, sobre todo, la obra del italiano Pietro Tacca, autor de la Estatua ecuestre de Felipe IV en la Plaza de Oriente de Madrid. La escultura en la corte se mueve bajo el realismo castellano y la elegancia andaluza. El más interesante de todos es el portugués Manuel Pereyra, Su realismo es sobrio y se inspira directamente del natural. La policromía es de gran calidad, haciendo varios retablos, obras sueltas y esculturas de piedra para exteriores. Destaca su San Bruno de la Academia San Fernando de Madrid.
Gregorio Fernández. El Señor atado a la Columna. Madera policromada. 1619. Iglesia Penitencial de la Santa Vera Cruz. Valladolid.
Aunque en la escultura, como en la arquitectura, se dan grandes y muy diferenciadas personalidades, debido al carácter artesanal y un tanto gremial que aún sustentan los talleres de la escultura en este tiempo, si se puede hablar de escuelas, existiendo dos grandes escuelas: la castellana y la andaluza. Más tarde, en el siglo XVIII destacará la escuela murciana.
Las dos escuelas, castellana y andaluza, son realistas, pero existen grandes diferencias entre ellas:
- -- La austeridad castellana y la dureza de la meseta forjaron una tipología de cristos y crucificados patéticos, hirientes y llagados, que exhiben en sus carnes el dramático suplicio de la pasión y de vírgenes maduras carcomidas por el dolor, con el dolor o la emoción a flor de piel. Mientras en Andalucía, la escultura es sosegada, buscando siempre la belleza correcta, con cristos apolíneos y vírgenes adolescentes.
- -- La diferencia entre el patetismo castellano y la dulzura andaluza es un problema de refinamiento estético; por eso mientras en Andalucía las imágenes son siempre bellas, en Castilla se rinde culto a lo dramático y horripilante.
- -- En Castilla se abandona el oro en la policromía de las imágenes, para obtener un mayor realismo, mientras en Andalucía se sigue estofando con ese oro que matizaba los colores, dándoles una elegancia y suntuosidad muy digna.
- -- La ciudad principal del foco castellano será Valladolid, ya que era casi la capital de España y porque allí había una gran tradición de escultura desde el siglo XVI (Berruguete y Juan de Juni). En Andalucía habrá dos focos: Sevilla, donde prima el carácter clásico y el amor por la belleza, y Granada, donde gusta lo pequeño y preciosista.
No estudiaremos en este post la escultura de Castilla y de Gregorio Fernández, pues ya fue estudiado en este post anterior:
Juan Martínez Montañés. Cristo de la Clemencia o de los Cálices. madera policromada. 1603-1606. Sacristía de la Catedral de Sevilla.
LA IMAGINERÍA EN ANDALUCÍA
Con el comercio de América, los puertos del sur, y en especial Sevilla, transforman a Andalucía en la zona más rica de esta época. Por otro lado, Siloé y Machuca hicieron de Granada la gran ciudad del Renacimiento andaluz. Sevilla y Granada serán, pues, los polos de atracción del arte andaluz en el siglo XVII.
En Sevillatrabaja un escultor de éxito: Juan Martínez Montañés, que nace en 1568 en Alcalá la Real (Jaén) y muere en 1648. Es el imaginero español que gozó de mayor fama y respeto popular entre sus contemporáneos. Su prestigio llegó a ser tan grande que eclipsó a todos los escultores de su época, proyectándose su obra hacia América. Se formó en Granada y pasó muy pronto a Sevilla. Con él se forma Alonso Cano, el principalescultordelaescuelagranadina.
Tiene un estilo diferente a Gregorio Fernández, ya que Montañés se formó en un ambiente clásico tardomanierista. Mantuvo siempre en su obra una distinción y mesura clásica, pero al servicio de una innegable realidad. Su talla está muy bien modelada, de gran virtuosismo, y sus grandes paños dan grandiosidad a la imagen. Se diría que su devoción va dirigida más al alma que a los sentidos. Por eso sus figuras son reposadas, solemnes, no expresan rasgos tan patéticoscomolasdeGregorioFernández.Empleaesquemas anatómicos todavía manieristas. Su escultura es serena, realista pero sin patetismos. Su policromía es más rica y variada que en la escuela castellana, no tiene el cromatismo desgarrador de Castilla, y va siempre en brillo. Su estudio y conocimiento de la escultura del siglo XVI, se revela en un perfecto conocimiento del desnudo, en la actitud de contraposto y en las serenas y bellas imágenes de sus inmaculadas.
Juan Martínez Montañes. Inmaculada Concepción (la cieguecita). Madera policromada. 1629-1631. Capilla de San Juan Bautista (trascoro). Catedral de Sevilla.
Su primera gran obra es ElCristodelaClemenciaporencargo de un canónigo de la Catedral de Sevilla, donde todavía se conserva. Es el prototipo andaluz del Cristo en la cruz. El encargante ledijocomo había que representarlo, vivo pero agonizando, que mire a cualquiera que le mire, desde cualquier punto de la capilla donde está situado,yMontañésasílohizo. Lasangreesmenorqueen Castilla, son chorritos pequeños; el paño de pureza es real, cae reposadamente con plegados minuciososymásnaturalistasquelosdeGregorioFernández. Eltorsoestáalargadoaligualquelas piernas y los brazos, son rasgos manieristas para realzar esa belleza formal.
Como retablista se muestra un ferviente partidario de las estructuras arquitectónicas claras, gobernadas por el orden corintio y decoradas con ángeles y elementos vegetales. El primero que hace es el Retablo de Santo Domingo, del que sólo queda la estatua del titular con el torso desnudo y dispuesto a disciplinarse, pero con una serenidad helénica que sobrecoge. Otro es el Retablo de la Epifanía de los pastores en el Monasterio de San Isidoro del Campo en Santiponce. Aquí es donde mejor se aprecia su calidad escultórica y su formación clásica: los rostros son de dos tipos, los pastores son máspopularesyrealistas,conloscabellosenpequeños rizosclásicosyelrostrodelaVirgenydelosángeles, más clásicos e idealizados.También es más clásico el plegado,másminucioso,nomuymovidoyseadaptaalcuerporevalorizandolaanatomía, recordando a la técnica de paños mojados. La policromía es mucho más variada y decorativa. También hizo los Retablos de San Miguel en Jerez de la Frontera y el de Santa Clara de Sevilla.
Juan Martínez Montañés. Retablo de San Isidoro del Campo. Adoración de los pastores. Madera policromada. 1609-1613. Monasterio de San Isidoro del Campo. Santiponce (Sevilla).
También crea el tipo del Niño Jesús desnudo, elegante y bellísimo. De toda la serie que hizo el mejor es el Niño Jesús de la parroquia del Sagrario de Sevilla. Muy avanzada su obra y su vida logra crear un tipo de Inmaculada, que será una de sus más sugestivas obras. A la purísima la concibe como una virgen niña, que junta las manos en actitud de orar y descasa sobre una peana de querubines, guardando una composición trapezoidal. Su obra maestra es la llamada popularmente La Cieguecita de la Catedral de Sevilla, llamada así por tener la mirada baja y los ojos entornados. Lleva el manto caído sobre los hombros y recogido en una de sus puntas, lo que produce amplios pliegues que le procuran una serena majestad. La cabeza levemente inclinada y una tenue sonrisa, mitad ingenuidad, mitad melancolía, proporcionan a la obra esa religiosidad que convence al teólogo y gana el corazón del devoto sencillo. Con la cabeza introduce una rectificación anatómica: un cuello excesivamentealargadoqueledamayoresbeltezybellezayunaportemás elegante. Esto son pervivencias manieristas que se mezclan con el Barroco.
Juan Martínez Montañés. Niño Jesús. Madera policromada. 1606-1607. Parroquía del Sagrario. Sevilla.
Otro gran imaginero de la escuela sevillana, oficial de Martínez Montañés, fue Juan de Mesa, cuya gran aportación a la escultura andaluza de su tiempo es haber introducido el naturalismo en los ambientes clásicos donde se formó. Consultaba el natural y estudiaba los cadáveres, imprimiendo a sus crucificados los signos de la muerte. Este dramatismo, suave en comparación con Castilla, pero agrio si se compara con Montañés, ha llevado a la crítica a denominarlo como el imaginero del dolor. Fue el imaginero predilecto de las cofradías sevillanas, acuñando tipos procesionales del crucificado y Nazareno que se siguen copiando en la actualidad. Entre los muchos crucificados que labró destaca El Cristo del Amor, el más patético de su catálogo artístico. Otro Cristo más suave en las formas es El Cristo de la Buena Muerte de la Hermandad de los Estudiantes de Sevilla. Pero tal vez su crucificado más personal y más perfecto es El Cristo de la Agonía de la parroquia de San Pedro en Vergara (Guipúzcoa), un cristo de grandes contrastes, entere la vida y la muerte, entre el cielo y la tierra, elevándose, casi resucitado sin pasar por el sepulcro. En 1620 aborda la que sería y es aún su imagen devocional más famosa y respetada: El Jesús del Gran Poder de Sevilla. Un corpulento nazareno con la cruz al hombro, captado en el momento de dar una potente zancada y concebido para ser vestido con túnica de tela. Al final de su vida talló Nuestra Señora de las Angustias en la iglesia de San Pedro de Córdoba.
Juan de Mesa. Cristo de la Agonía. Madera policromado. Parroquia de San Pedro.
Vergara (Gupúzcua).
Juan de Mesa. Cristo de la Buena Muerte. Madera policromada. 1620. Capilla de la
Universidad de Sevilla.
EnGranadaelprincipalescultordeestaescuelaesAlonsoCano. De todos los artistas españoles del siglo de oro, Alonso Cano es el único que se aproximó al ideal polifacético del genio universal: arquitecto, escultor, pintor, dibujante y diseñador de mobiliario litúrgico. Aunque nacido en Granada, pasó la adolescencia en Sevilla, siendo condiscípulo de Velázquez en el taller de pintura de Pacheco, y aprendiz de escultura con Martínez Montañés. Alonso Cano es una de las personalidades más fuertes de arte español: violento y orgulloso, soñador y utópico, luchó toda su vida por conciliar sus ideales con la realidad. Esunartistaqueensuesculturayensupinturarepresentael clasicismo barroco italianizante. De 1638 a 1652 se va a Madrid llamadoporVelázquezdondehacepinturaprincipalmente. En1652sevaaGranadadondemorirá.Nole gustabalavidadelaCorteysehizoclérigoytrabajaráalserviciodelcabildo.
Alonso Cano. Virgen de la Oliva. Madera policromada. 1629. Retablo de Santa María de Lebrija (Sevilla).
Muriópobreporsu enemistad con el Cabildo (su temperamento debía ser bastante duro). Es el primer escultor andaluz que no utiliza el oro, lo que le obliga a meditar y ponderar más el valor expresivo del color en la escultura. Su obra trata de romper el recuerdo clasicista de Montañés, y gana en hondura expresiva y en dinamismo. Si bien sus primeras obras tienen todavía un aplomo severo y una contención expresiva y clasicismo, propio de su maestro Martínez Montañés, evoluciona hacia una delicadeza y gracia que casi anticipa el rococó, rehuyendo siempre toda forma de dramatismo.
Su primera gran obra escultórica es LaVirgendelaOliva de la iglesia de Lebrija. Acusael influjodeMartínezMontañés,peroyallevarasgospropiosdeCanoqueluego sedesarrollarán. DeMontañéseseltipodeesculturabloque,elrostrosereno delaVirgenqueapenastienerelaciónconelNiño. Susrasgospersonalesson: tendencia a componer las figuras en forma de uso, estrechoporlospies,anchoenlascaderasyestrechode nuevo en la cabeza, es un rasgo de origen clásico. Es una imagen majestuosa, solemne, hierática, que recoge su manto en la parte superior y se ciñe a los pies. En Madrid realizó el conmovedor y primoroso Niño Jesús de Pasión, que representa un nazarenito camino del Calvario, con la cruz a cuesta, el cual contrae sus suaves facciones en un rictus de sufrimiento.
Alonso Cano. Inmaculada Concepción. Madera policromada. 1656. Sacristía de la Catedral de Granada.
Son particularmente bellas sus imágenes pequeñas, en especial las Inmaculadas. Destaca sobre todo LaInmaculada del Facistol de la Catedral de Granada. Esunaobrayadeplenamadurez, tambiénconelesquemaenuso. Laexpresióndegracia,ternuraydelicadezaes enorme. Es esto es lo que perseguía la Iglesia a la hora de representar a la Virgen. Ponelasmanossobreunlado,comolaotra. PresentaalaVirgencomo adolescente. Lapolicromíanoeslaoriginal,losplegadossonmáspictóricos (busca las calidades en el efecto de la luz) que escultóricos. Son precisamente esas pequeñas figurillas, destinadas a la devoción doméstica, apropiadas para ser disfrutadas de cerca y en la intimidad, las que le dan su fama de escultor dulce, y donde se resume sus claves estéticas: serenidad y gracia frente al escándalo y al carácter violento que presidió su existencia; y equilibrio mesurado de las formas, propias del Renacimiento, frente al dinamismo barroco, al que el artista renunció. Obras menudas son El San Antonio con el Niño Jesús de Murcia, San Diego de Alcalá y la Virgen de Belén.
Alonso Cano. Niño Jesús de la Pasión. Madera policromada. 1650. Congragación de San Fermín de los Navarros. madrid.
Otro escultor de la escuela granadina es Pedro de Mena(1628-88).HeredaelestilodeAlonsoCano, pero es muy distinto a su maestro: es más realista que él y comunica los estados de ánimo de modo muy directo. En su juventud realiza la Sillería de Coro de la Catedral de Málaga, donde adelanta el tipo de santos ascéticos que será lo característico de su obra. Ensu San FranciscodeAsísrepresentaalSantoenunaesculturapequeña,enmaderaypoco policromada. Tiendea concentrar la atención en el rostro: pretende sintetizar al máximo su indumentaria. Cuadrando la cabeza dentro del traje crea zonas de sombra y luz en fuerte contraste. Destaca elmodelado detallado y minucioso de todos los rasgos anatómicos. Da un paso notable hacía una mayor expresividad. Su gran calidad técnica y sus sentido realista nos ha dejado una extensa colección de retratos, de estatuas de penitentes, dolorosas y “ecces homos”.
Todos estos tipos son muy sobrios en la labra, en planos muy simplificados, pero enormemente expresivos en la manifestación del dolor, con frecuencia con lágrimas de cristal y manos gesticulantes. Destaca su Magdalena penitente, de gran tensión dramática y vibrante realismo, pero siempre dentro de la mesura andaluza.
Pedro de Mena. Magdalena penitente. Madera policromada.1663. Museo Nacional de Escultura Colegio de San Gregorio. Valladolid.
Desde mediados de siglo, irrumpe la influencia berninesca y se produce un gran cambio, con esculturas muy dinámicas, agitadas y aparatosas. Representantes de este pleno barroco son en Sevilla José de Arce, Pedro Roldán (Retablo del Entierro de Cristo en el Hospital de la Caridad de Sevilla), su hija Luisa Roldán (conocida como La Roldada) o Pedro Duque Cornejo. En Granada destacan José de Mora y José Risueño.
Pedro Roldán. Entierro de Cristo. Madera policromada. 1670-1673. Iglesia del
Hospital de la Caridad de Sevilla.
Terminamos con dos videos de los dos principales imagineros andaluces del XVII: Martínez Montañés y Juan de Mesa: